sábado, 7 de noviembre de 2020

Reclusión.

A veces se extraña cuando la angustia y la ansiedad venían desde acciones de otra persona. 
Duele mas aceptar el resultado de nuestras decisiones egoístas y afrontar el duelo? 
Si, y por eso es que quiero huir. Mas bien lo necesito.  

A veces se extraña amar, o sufrir por amor.

A veces se extraña sufrir por alguien mas que no sea uno mismo. 

A veces se extraña pensar en alguien que no sea yo.

Pero el terror es mas fuerte, y acá estoy nuevamente evadiéndolo todo por temor.

El temor a ser abandonado, a ser traicionado, a ser decepcionado, reemplazado, defraudado, usado.
Engañado.

Entonces me desconecto. Incluso si te tengo en frente, lo único que compartimos es un cenicero.

Porque de todo lo que ves, lo único que es real en mi es el humo que escupo y mis cenizas rozando las tuyas.

Porque lo mas cercano que voy a estar a gritar es fumando. Porque lo mas cercano a amar es llorar, y lo que mas se parece a sentir es sufrir.

Porque lo mas cerca que voy a estar de darte amor es cuando mis labios tocan la tuca que te comparto mientras te veo aspirar y cerrar los ojos. Queriendo como yo, no estar mas acá.

martes, 29 de septiembre de 2020

El androide que podía sentir.

Hace unos años que veo mariposas zombies, hambrientas de fin de semana, hambrientas de carne, de cuerpo, de vida. Expectantes, como buitres a la carroña, a un par de ratas que juegan con la cabeza de sus compañeras que no lo lograron. Insuficiente.

Insuficiente es el tiempo, es el alimento, es el llanto, insuficiente es el dolor, insuficiente es siempre la presión que marchita las delicadas alas de las hadas soñadoras que se vuelven muertas, aunque estén con vida.

 

Hace unos años que ya no veo aves renacer de las cenizas de sus hermanas, porque los ríos que forman el sistema de riego que alimenta a quien nos alimenta nos cierra las puertas y nos corta las manos si intentamos empujarlas. Porque no hay lugar para los que sueñan, porque no hay fuego y ya no hay espacio que no se rellene con un saldo impago, porque las fichas del juego no son retornables, porque coleccionar las plásticas fichas de colores tiene como fin único coleccionarlas.

 

Hace unos años que ya no creo poder iluminar la noche con tan solo sonreírle a las estrellas.

Hace unos años que nos veo, angeles caidos de rodillas, vendernos ante lo que más repudiamos, entregando a cambio lo que más añorábamos.

Una flor por un papel

Un atardecer entre tres por un grupo de cajetillas aduladores

Un cuadro liberador por una fibromialgia insoportable

Una canción gritada por un trastorno de ansiedad generalizada

Un título universitario por un miedo a lo equivocado

Una profesión de clientes por el hambre de los inocentes

Un sueño adolescente por los objetivos a tiempo presente

Este texto desesperado por mil objetos cuestionados, postales abandonadas, que devienen de lo que se palpa a lo que se prioriza, lo etéreo.

Un espíritu abrumado por la revelación interna, por el insight. Ciego de mirar directo al eclipse solar incluso hasta cuando no se debía ver.

Un amor dispuesto a volverse a llenar por un cuerpo plasmado en una esquina virtual, enraizadas desde Argentina hasta Marruecos.

Ideas desahuciadas por el resplandor de una microscópica esperanza que es utópica.

 

Hace unos años que veo anarquistas, lingüistas, senderistas, poetas, depresivos y boludos alegres a tiempo completo. Veo religiosos y sectarios, veo artistas y lo peor es que me veo ahi. Veo mentirosos profesionales y los veo drogadictos, veo adictos, veo necesitados. Veo hambre y veo desesperación.

Veo sicarios y no veo elección, veo imposición. No veo ni un poco de alegría, veo neuróticos infelices presionados por titiriteros psicóticos.

Veo llanto y pieles rasgadas ante una vida de miseria y melancolía selectiva. Siento humos de paz dispersarse en mis venas, floreciendo pulmones ya marchitos y acelerando un corazón atorado por la falta de ritmo.

Leo las crónicas de una muerte anunciada.

Porque ya hace unos años que veo hartazgo. Veo resignación.







domingo, 9 de agosto de 2020

ROSA



El primer impacto en la retina era nuestro programa
Porque los juegos en la mesa 
Yo trepando y vos brillando
Eran tu afán al querer protegerme de todo, incluso de mi

Yo era tu orgullo y vos mi sendero
Pero solo es un momento 
el que todos nos suele marcar
Pero un momento al fin

Entonces el plano del tiempo se vuelve binario 
Y el peso de lo real se vuelve determinante
Porque cuando es momento de nostalgia preventiva la regresión es necesaria.

Porque extrañarte es insoportable 
Y sobre todo cuando el barbijo me esta ahogando 
O cuando la angustia se vuelve un mate amargo 
Amargo como la vida 

lunes, 27 de julio de 2020

Muros

Necesito desperdiciarme en el tiempo y no quiero moverme porque se siente como si me congelara en el.

Una vez pareció asemejarse a la magia, pero es fácil de ver cuando todo este tiempo estuvimos rotos desde dentro. Ahora mi cabeza no soporta los muros que construí y sigo esperando un milagro, porque no puedo moverme cuando siento que me congelo en el tiempo, porque nunca hubo ni un poco de verdad en cada palabra escrita en los ladrillos que voy sumando. En los ladrillos que trato de ahogar las penas y en los que trato de maquillar quien soy.
 
Me pierdo entre yo y yo, y las palabras vuelven siempre a mi, cuando las escupo y  rebotan sobre mi propia barricada y nunca se que hacer, porque no puedo escucharme. Me pierdo en mi, me pierdo esperando siempre un milagro, algo que despierte la luz y que abra paso a mi libertad.
Blood es lo que no se ve pero el deseo de hacerla salir es inmenso. Porque aun puedo sentir el dolor cuando la paz es el papel que deseo interpretar, pero en la oscuridad es cuando se ven las estrellas de mi triste constelación. Y el humo mismo de la paz es el primer dispersor para que no veas el muro construido con bloques de miedo y dolor.

miércoles, 3 de junio de 2020

Suicidio

Despertar y siempre tomar el café sin azúcar
Nunca encontrar el punto exacto de temperatura
El miedo a que el agua hierva y me queme
El pánico al azúcar hiper-calorica
Y mi deseo constante de dejarme caer
Lanzarme al vacío del olvido
Sumergirme en las profundidades del silencio
Cerrar los ojos hasta el impacto del adiós
Pero algo no me deja
¿Por qué no simplemente me dejo arrastrar por la corriente marina?
Algo me despierta en medio de la noche y el respeto por mi funeral suena, cavando las campanas, de una iglesia que jamás conocí
El adiós que seduce a la vida
La bienvenida a la oscuridad eterna
Por qué no puedo saltar de una vez por todas
Es el caos desencadenado a lo que le temo
Me retiene el efecto mariposa que se genera
La onda expansiva de dolor a mis allegados
Entonces se que no estoy solo, por más que así lo sienta.
Pero hay algo que me asusta, hay algo que me duele, algo que siempre está vacío.
Y otra vez vuelvo a tomar el mismo amargo y tibio café.

Polvo estelar

Me dijiste "Un placer coincidir en esta vida" alegando a un acto tierno y romántico, pero la frase completa concluía con tu adiós y mi mano en el corazón.
No era el día, de hecho nunca lo fue, jamás esta ciudad vio la luz del sol. Puramente rayos y relámpagos iluminando el cielo, fingiendo, tan falsamente, ser sol, ser fuego, pero no era más que electricidad en el aire, un breve instante de claridad. Jamás se ha visto al sol eliminar la oscuridad, porque aquí sólo reinan los espejismos, bellísimos espejismos de claridad entre las sombras.

Irrompibles

Fuimos dueños del mundo y con todos bajo nuestros pies. Fuimos la realeza mirando desde las alturas con soberbia al mundo, fuimos envidia de tantos y la bronca de muchos. Estábamos bajo la mirada de las estrellas y gozamos al fusionar nuestras llamas en un destello que solía arder.
Nos creímos irrompibles, invulnerables, impermeables al hechizo de la existencia.
Y con el mundo a nuestros pies nos juramos un futuro que atamos con cenizas de lo que fue. Nos creímos brujos del destino, jugando al hilo rojo, haciendo alquimia en nuestros deseos.

Sopla el viento, y la inmensa tempestad me sorprende en soledad, en caminos opuestos y con el tiempo se distancian hasta atravesar océanos; Yo y mi realidad, vos con la tuya.
Sopla el viento y todo lo que un día soñamos se apago, me gano la rutina y a vos las ganas por vivir. Pudo mas el miedo que el amor, y el amor hoy se convirtió en un recuerdo vago cargado de ideales.
Sopla el viento cuando acudo al recuerdo escudante ante el vacío de la rutina apática que se vuelve insoportable.
Sopla el viento y un santuario de arena nos dicta sentencia, es cuando ya muere el beso en manos del reloj.

viernes, 22 de mayo de 2020

Café en escorpio

Tomar un cafe como quien saborea un adictivo amargo
Un invasivo sabor acre,
Un entrometido gusto a cafe.

Como quien lo bebe por la mañana para poder despertar.
Endulzado por la tarde,
porque lo deseo azucarado.
Y descafeinado por la noche,
para gozar de las 88 constelaciones.

Hay un universo en el fondo de la taza de cafe.
Hay lunas que salpican tu cuerpo y cometas estallando entre tus labios.