miércoles, 20 de octubre de 2021

antropofobia

Que irresistible se vuelve ser fuego cuando el mundo retoma su ritmo,
Cuando la parálisis de la pandemia se termina, y el contacto estrecho con el mundo ya no significa un delito.

Cómo no ser fuego, y querer quemarlo todo si todo lo que veo, todo a lo que me debo es a lo que más le temo.
Cómo no encarnar en odio el miedo y la angustia por un posible deseo, cuando este podría significar la caída de mi imperio.

Ese ruido, ese murmullo desahuciado, ese silencio perturbado que anuncia la llegada del pasado y la melancolía. Que saluda y da la bienvenida a la crítica y a la culpa.

Voyeristas de la desgracia y la miseria, carroñeras del descuido y el abandono.

Cómo negarle el acceso a los cuervos si las palomas son a lo que más le temo.


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