martes, 7 de marzo de 2023

Vórtice

No soy luz dorada, soy efímero y destructivo como el rayo.

Soy el huracán y la desolación del después,

La violencia bajo la lluvia torrencial y la post calma silenciosa,  el silencio de la soledad; del abandono.

El silencio de la nada.

lunes, 27 de febrero de 2023

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Don't bored of loving,

It scares cuz always end up crying.

Im still learning to love myself,

But want me to hurt,

And maybe i will finally learn.

lunes, 5 de septiembre de 2022

Café

Amanece en la ciudad y el sol entra por la ventana, iluminando los rincones de una noche muda. Decorando el silencio, con el canto de los pájaros y el alboroto de las palomas buscando anidarse en las plantas de mi balcón.
Los restos de polvo se vuelven brillo, atravesados por los rayos de día. Y la calma que antecede a la tormenta, se vuelve euforia ante la inminente llegada de esa mirada tierna en donde habita la miel.
No, no es miel, pero tampoco madera.
Tampoco es noche. Es más bien café con leche.

Y el problema con el café es que nunca me sale como me quisiera. A veces es demasiado caliente, a veces demasiado frío, unas pocas veces muy dulce y en su mayoría muy amargo. 

Nunca puedo encontrar el punto exacto en donde el café me sepa a calma.
En realidad, es estúpido de mi parte buscar calma en una bebida estimulante. Siendo su contenido cafeína. 
Sustancia psicoactiva.

Me levanto y preparo el café, mientras se calienta el agua saco el mantel. 
Odio los manteles, ese pedazo de tela gigante. Prefiero los individuales, no ocupan mucho espacio, no se comparten. 
Los individuales son de uno, los manteles son cosa de familia.

Me levanto y preparo el café. Lo bebo, amargo otra vez amargo. 
Me siento en la silla con mi amargo café apoyado en mi individual, mirando la pared blanca y pobre de vida. 
Solamente hay un antiguo reloj roto. 
El tiempo. 
Un largo trago de amargura negra y vuelvo la mirada al reloj. Ahí no se pasa el tiempo, no se mueve, está roto.
Las manecillas se congelaron en un punto exacto, en algún momento preciso, y ya nunca más volvieron a avanzar.

Salgo del reloj y me introduzco en mí. ¿Cuándo fue la última vez que pudiste amar? 
Le doy otro trago al café, ¿Cuánto tiempo más vas a esperar? 
Otro trago al café, ¿Te pesa la soledad que vos mismo buscas? 
Otro trago al café ¿Tanto miedo le tenés a que te puedan sanar? 
Termino el café y me angustio pensando en la finitud, solo pienso en el final de las cosas.
En el deterioro que implica el paso del tiempo, la perdida de brillo en la piel y el peso de la gravedad. La tendencia al deterioro del todo.
Pienso en la diabetes que podría significar el consumo habitual de azúcar. En las manchas de café que ya no puedo quitar.

Tabaco suelto, filtros y papeles, armo un cigarro y apoyado sobre el marco de la ventana lo fumo. Cerrando los ojos y soltando el humo acompañado de un suspiro que se pierde entre palomas y cables.

Limpio la taza del café, otra vez amargo, amargo y tibio. 
Hace mucho tiempo ya que no tomo un dulce café caliente. 
La ansiedad me hace sacar el agua antes de tiempo, y el pánico al azúcar a escatimar endulzantes.

Un escenario naturalmente bello, inicialmente perfecto, entristecido y abrumado por pensamientos intrusivos angustiantes que me dominan.

Evidentemente no soy bueno preparando café.
¿Alguien sería tan amable de prepararme una taza de café?

jueves, 20 de enero de 2022

Limite

 Hace una semana conseguí mi documento, y mientras vuelvo a casa me pregunto qué es el cariño cuando se disfraza de batallas por ganar. 

Qué hay atrás de tu necesidad por las medallas de mi salvación. Supongo que nunca te importe lo suficiente, porque nunca te importó nada más que vos. Y lo que veías en mí, era todo lo que podías salvar, lo que podías redimir, las culpas que podías expiar. ¿Necesitas mi vergüenza para reclamar tu orgullo?

Hace una semana no conseguí una mierda, porque acá esta todo igual, porque en casa siempre llueve y hace calor. 

Que combinación tan molesta y desagradable, que histeria me da la humedad. Aunque todo mejora cuando el calor se va, y vuelvo a caminar sobre el otro extremo borde, en donde este momento simplemente me resulta esplendido. Y vuelve a hacer calor, y no le creo nada a nadie, y todos mienten, y todo me irrita; el trabajo, la obra social, el alquiler y tu estúpida hipocresía. Tu falsa cercanía, tu cordial maquillaje podrido y tus palabras coloridas tan vacías.

Hace una semana que sigo buscando despertar alguna emoción en algún sentimiento, pasando por las calles que alguna vez pase, repitiendo viejos rituales, fumando en alguna parada de colectivo en la que me refugie para no volver a mi casa (porque cualquier lugar era mejor que volver a casa).

Hace una semana que sigo renegando de mí mismo, y hace una vida que sigo peleándome contra el mundo para convencerme de que nadie lo vale.



miércoles, 20 de octubre de 2021

antropofobia

Que irresistible se vuelve ser fuego cuando el mundo retoma su ritmo,
Cuando la parálisis de la pandemia se termina, y el contacto estrecho con el mundo ya no significa un delito.

Cómo no ser fuego, y querer quemarlo todo si todo lo que veo, todo a lo que me debo es a lo que más le temo.
Cómo no encarnar en odio el miedo y la angustia por un posible deseo, cuando este podría significar la caída de mi imperio.

Ese ruido, ese murmullo desahuciado, ese silencio perturbado que anuncia la llegada del pasado y la melancolía. Que saluda y da la bienvenida a la crítica y a la culpa.

Voyeristas de la desgracia y la miseria, carroñeras del descuido y el abandono.

Cómo negarle el acceso a los cuervos si las palomas son a lo que más le temo.


miércoles, 21 de julio de 2021

El y Yo

Latía por vos cuando eras pájaro blando que nadie conocía, cuando eras ave que nadie amaba.
Extranjero de maleta vacía con corazón de campo y el espíritu intacto.
El humo de autos en la gran ciudad fundido en luces hermosas en mitad de la noche y cinturas diversas mientras yo te amaba, mientras yo te miraba. Mientras yo te esperaba.

La adrenalina jugando carreras en tus venas;
Como un niño que conoce la jugueteria para olvidar las penas,
Como un nene exitado por la sobredosis de azúcar que incinera las sirenas.
Un nene que no sabe decir no, que no puede y tampoco quiere pronunciar la negativa ante la seducción del veneno derramado sobre la cena.

Un imbécil que no piensa en resultados,
Egoísta que camina contaminando sus costados, con sonrisa suave y ojos de ensueño. Y al final de cuentas no hiciste nada.
Y tu conciencia está tranquila, porque en tu verbo siempre hay maquillaje.
Un narcisista que lo único que quiere en la vida es ser adulado, aplaudido, felicitado, necesitado, amado.
Un perverso que necesita que lo necesiten, que no ama. Que más bien ama ser adorado, y cree amar a la persona que lo ama.

Un neurótico que a estas alturas no sabe si esta hablando de él, o más bien, hablando de mi.
Un narrador de antaño que lo duela a él cuando la herida es notarme Yo siendo El.

sábado, 3 de julio de 2021

El trono


Hay olor a azufre en la tierra de piedra ardiente,

de raices heladas y sedientas,

de pantanos atrapantes y lagos inmovilizantes,

de cipreses y robles, de manzanas y serpientes


Sabe a veneno y sabe a pasion

Se siente el fuego y se siente el horror

Se siente en los brazos el filo y el amor


La ceniza sobre los hombros que enloquece, la curva que nos arrastra hasta la muerte

El dulce sabor del veneno, y la vuelta a las rosas celestes, que mueven la noche en el auto que se mese 

En la luna de sangre que ilumina la peste


En olas de rencor y gritos de terror.

El acantilado iluminado por la luz que se filtra entre los manzanos,

La luz que desprende la ciudad.

Una ciudad que desprende soledad, que muere cuando hace frio y vive cuando muere de calor,


Hay un castillo que huele a azufre

Que vive cuando el invierno se hace humano, y muere cuando llega el verano.


Hay un reino que no existe, y hay un prisionero que se sienta a esperar.

Hay cenizas que recisten, y hay pisadas de un alma triste.


Hay un ruido que se hace sigilo,

Porque cuando un sonido es constante se vuelve silencio,

Porque una marcha que nunca para se vuelve circular,

Y un trauma que nunca se detiene se vuelve lo normal.


Hay un trono sin rey, y esclavos que quieren ser pisoteados,

Hay un prisionero traumado que se sienta sobre el trono volcado.


Hay un prisionero con corona,

Hay un prisionero que no abandona el abandonado y sombrio palacio,

Que enarbola su bandera

Y da batalla a quien hubiera de entrar, con el objetivo unico de matar o dejarse asesinar.


Hay soledad y hay necesidad,

Hay raices heladas y sedientas,

Y hay pantanos obligados a vivir entre tormentas.




domingo, 30 de mayo de 2021

Bastardos

¿Hasta dónde te pueden arrastrar?

¿Hasta qué parte siniestra y oscura te pueden obligar a llegar?

¿Cuánto es lo que te pueden arrebatar?

¿Qué tanto de vos estas dispuesto a perder?


¿Hasta cuánto puede llegar a aguantar un cuerpo?

¿Cuánto puede aguantar una mente? Un alma, un corazón.

¿Qué tan puro puede permanecer el amor?

¿Qué tan intacto puede llegar el deseo? Cuando se está obligado a caminar sobre un campo de clavos oxidados.

¿Qué tan humillado y desgastado se puede sentir un hombre? Cuando expresa lo que siente y le golpean la cara con El manual de Vida.

¿Qué tanto?

¿Por qué tanto?

Por qué es que aceptamos la ley divina como natural si para todos nos representa una vejación

Por qué no vemos el poder que tenemos cuando todos gritamos en comunidad

¿Por qué no tenemos fe en nosotros? Pero la depositamos en poderosos, que condenan lo real de la vida a un eterno castigo intergeneracional


No tenemos fe, porque se nos fue arrebatada hace tiempo.

No tenemos fe, porque nos acomodaron desde que nacimos.

Nos clasificaron, nos etiquetaron, nos determinaron y nos vendieron a un sistema que impulsa la desigualdad camuflada por luchas placebo.

Perdimos el deseo, cuando nos arrebataron la capacidad de amar y nos metieron a la fuerza la necesidad de producción.

Nos olvidamos de lo esencial, de lo bello, de la magia, de lo sencillo.

Y nos enseñaron a mofarnos de lo inocente, a recortar sonrisas y descartar todo lo no esté lubricado.


Encontraron la forma para desgastarnos sin que nos diéramos cuenta.

Encontraron la manera para que seamos nosotros quienes permitan ser extirpados de sentimientos, de razón, de empatía, de amor.

Encontraron la forma justa para darnos todo y darnos nada a la vez.

Entendieron nuestra debilidad; lo cómodo


Por favor, no dejes que los bastardos te desgasten.







jueves, 25 de marzo de 2021

Te(a)mor

Hay amores que trauman,

Amores que matan.

Otros más suaves que solo dañan,

Aterciopelados que solamente engañan.


Dicen por ahí que hay amores que sanan,

Amores que atan,

Amores que se ensañan en demostrar que su amor es el que más se extraña.


Hay amores que marcan el comienzo del precipicio y el final del abismo.

Hay amores que traban en el tiempo una estaca de elementos inconscientes,

que se matan por ver quién es el más fuerte.


Hay amores que desgarran y amores que des-arman.


Hay amores que adulan,

Que nunca maduran,

Que vuelven a su ciclo sin fin de eterna misericordia.

Que esperan que algún día, se vuelva la agonía un recuerdo de lo que tanto se suponía.


Hay amores que se estancan en la memoria,

Que anclan en los miedos,

Que condicionan y escarban entre egos,

Que siempre se escurren entre los dedos del más fuerte de los deseos.


Hay amores que se ensañan en repetirse en máscaras y actores 

Amores que no aprenden 

Amores que no existen 

Y amores que se resisten 


Hay amores que se sueñan 

Y amores que se desprecian.

Hay quienes sueñan que aman 

Y quiénes aman a quien desprecian.


Hay temores que se aman 

Y por temor es que se dejan.

Hay amores que se temen 

Y personas que se alejan.


Hay amantes

Hay actores

Los hay intermitentes

Y los hay soñadores.


Hay amores que trauman,

Que marcan un quiebre.

Hay amores que dañan,

Y muchas veces para siempre.




jueves, 4 de marzo de 2021

Lo cómodo

 

Estaba viendo televisión y pasaron una publicidad de Sushi.
Promocionaban una nueva marca que había llegado a la ciudad con el objetivo de quitarle la pretensión que tiene comer pescado envuelto en arroz y alga.

Casi al final del comercial, habían varias palabras en las que hacían énfasis, pero hubo una oración en particular que me quedó resonando; "Lo hacemos fácil, nos encargamos de llevarte tu ritual a tu casa sin que tengas que moverte ni esforzarte por nada más que disfrutar".
Disfrutar. Esa palabra se quedó en mi cabeza, retumbando con un eco profundo que no me dejo concentrarme en nada más.

Pensé en mi trabajo, en todas las atenciones que existen para los cliente. En como somos sirvientes entre nosotres mismes y cooperamos para vivir en una casa más hedonista.
Una casa dónde el entorno se esfuerza para que el individuo disfrute, solamente disfrute, que tenga a su fácil alcance todas las posibilidades de la forma mas cómoda.

Pero el disfrute solamente como un resultado, obtener ese resultado de goce, sin el trabajo previo de búsqueda. ¿Pero el hedonismo como único punto de partida y de fin, no acarrea a su vez un sentimiento de vacío?

Pasar una vida de pica flor aburguesado, dónde lo único que hace es volar en búsqueda de flores, de polen, de néctar. De éxtasis, donde en lugar de volar en búsqueda de, simplemente se queda en su lugar sin hacer ningún movimiento, sin hacer ningún esfuerzo, ni atravesar tormentas, vientos, tempestades, otros picaflores que quizás querrán nutrirse de la misma flor, u otros insectos que sean su competencia. Hasta quizás animales que le signifiquen depredadores.

Un colibrí que no necesita hacer movimiento alguno para llenarse el pico de polen, porque todo lo tiene cerca, todo a su al rededor lo tiene todo el tiempo, no necesita esperar a que las flores florezcan en primavera porque están ahí siempre a su disposición.

Esa falta de vuelo, de lucha, de competencia, de búsqueda. ¿Esa falta es probable que confluya en angustia?

¿Por qué generaría angustia el placer sin el esfuerzo de luchar por conseguirlo?

¿Por qué generaría angustia la comodidad?
¿Será la monotonía del mismo cómodo ambiente lo que genera ansiedad?
¿La falta de cambios en el entorno quizás?

El silencio, lo constante, lo que no cambia, lo inmutable, lo finito, lo estático, la aburrida muerte, un aburrimiento patológico inducido por la ironía de querer vivir haciendo lo que querés. Repitiendo un cuento desde los ojos del ayer, anclados en el tiempo presente, porque el capitán del barco ha muerto, y la tripulación no sabe a dónde ir.

Porque yo ya no sé a dónde ir y porque todo lo que un día quise era libertad

O direcciono mi barco a nuevas rutas de viaje o permito al agua y al polvo que me erosione cuando me sepulte en el tiempo.

Pero lo peligroso de todo esto no es ni el barco ni el colibrí, sino lo seductora que puede llegar a ser una publicidad de Sushi.



lunes, 4 de enero de 2021

Cicatrices


Como le pido a una rosa que se quite sus espinas cuando todos la quieren devorar?

Como le explico a una callejero que no muerda cuando ya alguien limo sus colmillos?

Como le digo a mi corazón que confíe cuando los puñales no dejaron lugar sin perforar?

Como hago para convencer a un clavadista que hay agua cuando ya perdió la cuenta de las contusiones que tuvo?

Como no ponerse a cubierto cuando el reverso del reflejo es una fachada de falsedad?

Como armonizar la mente cuando es el método socratico lo que inunda cada pensamiento?

Como no ofender al silencio si la hipocresía de tus palabras hacen día tu desprecio?

Como te miro a los ojos si atrás de tus espejos solo veo estorbos que te faltan al respeto?

Como me tranquilizo en el infierno si la luz de mi fuego es hastío en tus versos?

Como confío y como les creo si mi cuerpo me recuerda cicatrices de cuando yo me sentí pleno?

sábado, 2 de enero de 2021

Represión: Libertad y el Bosque


Estoy sólo, solo y desnudo frente a la bruma.

No estoy bien y nunca la estoy.

Y tampoco se si quiero estarlo.


Mude mi piel pero no mi carne.

Mude mi piel cuando creí que el peso del mundo se había vuelto polvo. Que todo lo que el fuego del infierno hacia verbo se despedía como viejas escamas, viviendo en el olvido, enredadas entre las ramas del adiós.

Mude mi piel, cambie de abrigo. 

Me volví infiel conmigo, me convencí que Soledad había muerto, pero el único muerto era yo. 


Ella encerrada, y dijeron que ella era yo. 

Porque soñadora y feliz lo único que quería era sacudir. Romper lo cómodo, desear y nunca dejar de amar.

Mi hermosa y lejana Luna Perpetua, te volviste Soledad en las lagrimas de Angustias, mientras que te sepultaba en la Negación.

Que pena pensar en tus mutaciones, mi pequeña Camila. Soledad, Angustias. Siempre única.


Cuando mude de piel y creí que el peso del mundo se había vuelto polvo, fue Libertad quien endulzo tus ojos, mi tan severo Mio. 

Con miel espesa y brillante Libertad se encargo de atascar a Mio.

Y ya no era cera caliente. Ya no ardía. Ya no dolía. 

Ya no había fuego, ni había agua.

Ya no veía. Mio ya no había.

Todo estaba bien, optimo, esplendido, correcto. Cómodo

Pero el confort no siempre se lleva bien con la felicidad, menos cuando es la Libertad quien hace que falte la falta.

Enredado como oruga en su seda cruda. Sin necesidad del alimento de Otros. Acomodado en mi colmena, donde no hay otros cuerpos para odiar, para olvidar, para amar. 

Otros... mi espejo subestimado mas odiado, mi reflejo de colores contrastados. Ya te había olvidado... ¿Cómo me permití olvidarte?

Sin ojos para ver, sin manos para tocar.

Sin labios para besar, sin brazos que abrazar.

Sin palabras para pronunciar, sin escenarios para pisar. 

La puesta en escena es el todo y el todo soy Yo. Porque cuando duelen los pies de tanto bailar, y las manos de tanto tejer, se presenta mejor Angustias con mascaras griegas.

Inmunda Libertad, te desafío a un duelo naval, sin trampas, sin vendas, sin miel. 

Sin engaños. Sin mascaras.

Compulsión a la repetición. Tsunami otra vez ¿Volvemos al 2010?

Barco averiado. 

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Da pánico Angustias, pero mas pánico da el sedante de vivir una vida libre sin libertad.

Me tenes atado mirando recuerdos en la ventana. En un eterno coma inducido, asustado, paniqueado al ver frente a frente el bosque prohibido. Un bosque de Pinos sin desatar, Sauces sin pronunciar y Lagos sin disfrutar.

Quema, arde, es agónico ser un bosque perdido entre edificios ruidosos. Porque un bosque no puede habitar una ciudad.

Porque el esfuerzo de la tala es desgastante, la fatiga del recorte, de la censura, de la mesura de cada rama, porque a algún turista sin alma le pueda llegar a molestar. 

Porque permití secar mis pantanos cuando temían ser inundados, empapados, sumergidos, ahogados.

Prometí secar mis pantanos cuando mude mi piel, renuncie a mi densa vegetación. y arroje todas mis semillas al lago del olvido. Renuncie a mi calor, renuncie a la noche que iluminaba mis días. 

Porque cuando seque mis pantanos renuncie a todo y me olvide de mi. Porque cuando vuelvo la vista atrás lo único que hay es un campo muerto, que ha renunciado en su totalidad a la esperanza de vivir.



96-21

 1 Fui su majestad, y pronto pase al llanto con su consuelo.


2 Fui el grito del rechazo y la depresión preparando el terreno.


3 Llore la angustia y me alce enarbolando la reivindicación del grito del rechazo.


4 Me revele, me volví magia e hice arder hasta el hartazgo


5 Me adapte y comenzó mi anhedonia.


6 Me resigne y caí nuevamente en la agónica depresión.


sábado, 7 de noviembre de 2020

Reclusión.

A veces se extraña cuando la angustia y la ansiedad venían desde acciones de otra persona. 
Duele mas aceptar el resultado de nuestras decisiones egoístas y afrontar el duelo? 
Si, y por eso es que quiero huir. Mas bien lo necesito.  

A veces se extraña amar, o sufrir por amor.

A veces se extraña sufrir por alguien mas que no sea uno mismo. 

A veces se extraña pensar en alguien que no sea yo.

Pero el terror es mas fuerte, y acá estoy nuevamente evadiéndolo todo por temor.

El temor a ser abandonado, a ser traicionado, a ser decepcionado, reemplazado, defraudado, usado.
Engañado.

Entonces me desconecto. Incluso si te tengo en frente, lo único que compartimos es un cenicero.

Porque de todo lo que ves, lo único que es real en mi es el humo que escupo y mis cenizas rozando las tuyas.

Porque lo mas cercano que voy a estar a gritar es fumando. Porque lo mas cercano a amar es llorar, y lo que mas se parece a sentir es sufrir.

Porque lo mas cerca que voy a estar de darte amor es cuando mis labios tocan la tuca que te comparto mientras te veo aspirar y cerrar los ojos. Queriendo como yo, no estar mas acá.

martes, 29 de septiembre de 2020

El androide que podía sentir.

Hace unos años que veo mariposas zombies, hambrientas de fin de semana, hambrientas de carne, de cuerpo, de vida. Expectantes, como buitres a la carroña, a un par de ratas que juegan con la cabeza de sus compañeras que no lo lograron. Insuficiente.

Insuficiente es el tiempo, es el alimento, es el llanto, insuficiente es el dolor, insuficiente es siempre la presión que marchita las delicadas alas de las hadas soñadoras que se vuelven muertas, aunque estén con vida.

 

Hace unos años que ya no veo aves renacer de las cenizas de sus hermanas, porque los ríos que forman el sistema de riego que alimenta a quien nos alimenta nos cierra las puertas y nos corta las manos si intentamos empujarlas. Porque no hay lugar para los que sueñan, porque no hay fuego y ya no hay espacio que no se rellene con un saldo impago, porque las fichas del juego no son retornables, porque coleccionar las plásticas fichas de colores tiene como fin único coleccionarlas.

 

Hace unos años que ya no creo poder iluminar la noche con tan solo sonreírle a las estrellas.

Hace unos años que nos veo, angeles caidos de rodillas, vendernos ante lo que más repudiamos, entregando a cambio lo que más añorábamos.

Una flor por un papel

Un atardecer entre tres por un grupo de cajetillas aduladores

Un cuadro liberador por una fibromialgia insoportable

Una canción gritada por un trastorno de ansiedad generalizada

Un título universitario por un miedo a lo equivocado

Una profesión de clientes por el hambre de los inocentes

Un sueño adolescente por los objetivos a tiempo presente

Este texto desesperado por mil objetos cuestionados, postales abandonadas, que devienen de lo que se palpa a lo que se prioriza, lo etéreo.

Un espíritu abrumado por la revelación interna, por el insight. Ciego de mirar directo al eclipse solar incluso hasta cuando no se debía ver.

Un amor dispuesto a volverse a llenar por un cuerpo plasmado en una esquina virtual, enraizadas desde Argentina hasta Marruecos.

Ideas desahuciadas por el resplandor de una microscópica esperanza que es utópica.

 

Hace unos años que veo anarquistas, lingüistas, senderistas, poetas, depresivos y boludos alegres a tiempo completo. Veo religiosos y sectarios, veo artistas y lo peor es que me veo ahi. Veo mentirosos profesionales y los veo drogadictos, veo adictos, veo necesitados. Veo hambre y veo desesperación.

Veo sicarios y no veo elección, veo imposición. No veo ni un poco de alegría, veo neuróticos infelices presionados por titiriteros psicóticos.

Veo llanto y pieles rasgadas ante una vida de miseria y melancolía selectiva. Siento humos de paz dispersarse en mis venas, floreciendo pulmones ya marchitos y acelerando un corazón atorado por la falta de ritmo.

Leo las crónicas de una muerte anunciada.

Porque ya hace unos años que veo hartazgo. Veo resignación.







domingo, 9 de agosto de 2020

ROSA



El primer impacto en la retina era nuestro programa
Porque los juegos en la mesa 
Yo trepando y vos brillando
Eran tu afán al querer protegerme de todo, incluso de mi

Yo era tu orgullo y vos mi sendero
Pero solo es un momento 
el que todos nos suele marcar
Pero un momento al fin

Entonces el plano del tiempo se vuelve binario 
Y el peso de lo real se vuelve determinante
Porque cuando es momento de nostalgia preventiva la regresión es necesaria.

Porque extrañarte es insoportable 
Y sobre todo cuando el barbijo me esta ahogando 
O cuando la angustia se vuelve un mate amargo 
Amargo como la vida 

lunes, 27 de julio de 2020

Muros

Necesito desperdiciarme en el tiempo y no quiero moverme porque se siente como si me congelara en el.

Una vez pareció asemejarse a la magia, pero es fácil de ver cuando todo este tiempo estuvimos rotos desde dentro. Ahora mi cabeza no soporta los muros que construí y sigo esperando un milagro, porque no puedo moverme cuando siento que me congelo en el tiempo, porque nunca hubo ni un poco de verdad en cada palabra escrita en los ladrillos que voy sumando. En los ladrillos que trato de ahogar las penas y en los que trato de maquillar quien soy.
 
Me pierdo entre yo y yo, y las palabras vuelven siempre a mi, cuando las escupo y  rebotan sobre mi propia barricada y nunca se que hacer, porque no puedo escucharme. Me pierdo en mi, me pierdo esperando siempre un milagro, algo que despierte la luz y que abra paso a mi libertad.
Blood es lo que no se ve pero el deseo de hacerla salir es inmenso. Porque aun puedo sentir el dolor cuando la paz es el papel que deseo interpretar, pero en la oscuridad es cuando se ven las estrellas de mi triste constelación. Y el humo mismo de la paz es el primer dispersor para que no veas el muro construido con bloques de miedo y dolor.

miércoles, 3 de junio de 2020

Suicidio

Despertar y siempre tomar el café sin azúcar
Nunca encontrar el punto exacto de temperatura
El miedo a que el agua hierva y me queme
El pánico al azúcar hiper-calorica
Y mi deseo constante de dejarme caer
Lanzarme al vacío del olvido
Sumergirme en las profundidades del silencio
Cerrar los ojos hasta el impacto del adiós
Pero algo no me deja
¿Por qué no simplemente me dejo arrastrar por la corriente marina?
Algo me despierta en medio de la noche y el respeto por mi funeral suena, cavando las campanas, de una iglesia que jamás conocí
El adiós que seduce a la vida
La bienvenida a la oscuridad eterna
Por qué no puedo saltar de una vez por todas
Es el caos desencadenado a lo que le temo
Me retiene el efecto mariposa que se genera
La onda expansiva de dolor a mis allegados
Entonces se que no estoy solo, por más que así lo sienta.
Pero hay algo que me asusta, hay algo que me duele, algo que siempre está vacío.
Y otra vez vuelvo a tomar el mismo amargo y tibio café.

Polvo estelar

Me dijiste "Un placer coincidir en esta vida" alegando a un acto tierno y romántico, pero la frase completa concluía con tu adiós y mi mano en el corazón.
No era el día, de hecho nunca lo fue, jamás esta ciudad vio la luz del sol. Puramente rayos y relámpagos iluminando el cielo, fingiendo, tan falsamente, ser sol, ser fuego, pero no era más que electricidad en el aire, un breve instante de claridad. Jamás se ha visto al sol eliminar la oscuridad, porque aquí sólo reinan los espejismos, bellísimos espejismos de claridad entre las sombras.

Irrompibles

Fuimos dueños del mundo y con todos bajo nuestros pies. Fuimos la realeza mirando desde las alturas con soberbia al mundo, fuimos envidia de tantos y la bronca de muchos. Estábamos bajo la mirada de las estrellas y gozamos al fusionar nuestras llamas en un destello que solía arder.
Nos creímos irrompibles, invulnerables, impermeables al hechizo de la existencia.
Y con el mundo a nuestros pies nos juramos un futuro que atamos con cenizas de lo que fue. Nos creímos brujos del destino, jugando al hilo rojo, haciendo alquimia en nuestros deseos.

Sopla el viento, y la inmensa tempestad me sorprende en soledad, en caminos opuestos y con el tiempo se distancian hasta atravesar océanos; Yo y mi realidad, vos con la tuya.
Sopla el viento y todo lo que un día soñamos se apago, me gano la rutina y a vos las ganas por vivir. Pudo mas el miedo que el amor, y el amor hoy se convirtió en un recuerdo vago cargado de ideales.
Sopla el viento cuando acudo al recuerdo escudante ante el vacío de la rutina apática que se vuelve insoportable.
Sopla el viento y un santuario de arena nos dicta sentencia, es cuando ya muere el beso en manos del reloj.

viernes, 22 de mayo de 2020

Café en escorpio

Tomar un cafe como quien saborea un adictivo amargo
Un invasivo sabor acre,
Un entrometido gusto a cafe.

Como quien lo bebe por la mañana para poder despertar.
Endulzado por la tarde,
porque lo deseo azucarado.
Y descafeinado por la noche,
para gozar de las 88 constelaciones.

Hay un universo en el fondo de la taza de cafe.
Hay lunas que salpican tu cuerpo y cometas estallando entre tus labios.

viernes, 15 de noviembre de 2019

Adoración B A N A L

Lunes y la soberbia se transporta en camiones azules y amarillos, camiones municipales. 
El odio en pequeñas cápsulas metálicas con ruedas amarillas y negras. 
Siempre es amarillo.
Trivialidades y fijaciones por los cuartos traceros que deambulan como zombies escupiendo humo de la nariz. Flotan como mensajes bordados en tela entretejiendo los edificios.

La indiferencia se camufla entre mostradores y personal de cara al público. Sometimiento a la indulgencia, veneración a la prudencia y adulación ante el desprecio, engullicion fecal. Adoración verbal escatológica.

Yace bien en tu trabajo.

                          Desde ya muchas gracias :) .
                          

P A N I C O

Loco,
Estas re loco flaco.
No encajas en el perfil que buscamos,
No sos lo que busco,
No sos, simplemente.
No - sos
Deberías hacerte un control.
Debería hacerme un control...
¿Realmente debería hacerme un control?

Sonidos de espera,
Breves eternidades que torturan al ritmo de un tambor que susurra "No contestes".
Y si me trabo?
Y si digo algo mal?
Y si me responde fríamente? Desinteresadamente...
Sobradamente.
Realmente necesito hacerme un control?
Me puedo permitir el lujo de gastar plata en mi? De invertir tiempo en mi? De pensar en mí.
...
Mejor corto.
Mejor me voy a dormir. Mejor enfermo.
Mejor, no tengo que ir.

no.
Fracaso y la apnea sutilmente empieza a hacerse presente.
El silencio existente, previo a la tormenta, se acerca acariciando con humedad las palmas de mis manos y me ata una gruesa cuerda negra al estómago, que lentamente empieza a ajustar hasta que mi diafragma se acostumbre a esa presión e imite su contracción.
La humedad es helada y el temblar inevitable. El labio inferior parece susurrar ayuda, pero el sonido está en lo que nadie quiere escuchar.
Loco,
Estas re loco flaco.
Rarito.
Pobrecito.
Exagerado.
Dejate de joder.
Metele onda.

¡Metete un tiro pajero!

Se acerca el futre, galopando hasta la utopía de amansar la luna. Y se siente y re-siente en el pecho retumbando hasta la cabeza, anunciando el infarto o el ACV.
Un balde de agua salada que se derrama sobre el piso cuando se desploma mi cuerpo por el terremoto que sacude mis piernas. Un mambo, un samba, un tagada que necesito que pare.

Por favor necesito que pare

Mejor no salgo, si estoy seguro acá. Mejor no salgo, pero soy feliz. Mejor no amo, me amo más acá. Mejor me alejo, así me adapto al más allá.

Asfixia cerebral y un veneno ascendente que acaricia los ganglios linfáticos derivando en rigor mortis.

Loco,
Estas re loco flaco.
Desequilibrado
Trastornado
Enfermo
Dramático
Teatrero

Deja de pensar
No lo tomes personal
No le des importancia...
No le des importancia al pronóstico de una inminente muerte que altera y aterra los sentidos.

Mi estomago que grita desde sus entrañas consecuencias de aspirar a ser Dios.
Tragando, tomando, fumando.
Medicando, silenciando, anesteciando.

Por favor necesito que pare

Derramar en silencio para que nadie escuche,
Saber que la escucha del caos se reduce al oido del resto como un sencillo suspiro de cansancio.

Y entre mares de descuidos una incertidumbre, cotidiana zozobra que remite en insomnio...
La mente divaga y se vuelve incontrolable, sea de día, sea de noche, sea leyendo, sea garchando.

La migraña insoportable que no se va, y con el paso de los años duele más.
El aturdimiento y la fatiga, que recargan la mochila de cuasimodo, llorando en el campanario de notre dame.

P Á N I C O

Irrealidades muy reales se alimentan parasitariamente de cordura, impulsando la dicotomía entre ser un hipócrita y saborear la tiranía
Duelo y melancolía.
Abandonar un espejo por falta de empatía
Un espejo, un reflejo, un amigo añejo,
Que no entiende por qué me alejo,
Que no respetan mis silencios
Que la culpa, que el deber
Y que nunca se puede saber
Si realmente lo que ve
Entre ojos rojos se pueda entender.

Loco, agorafobicamente loco
Antropofobicamente loco
Androfobicamente, atiquifobicamente, 
Eremofobico, arbitrariamente loco.


sábado, 25 de mayo de 2019

Cuerpo

Las olas impactando sobre la rocosa bahía mientras el frió del invierno empujaba con violencia las bufandas de quienes algún día se supieron amar, enredándose entre hojas secas y el brillo de la luna que acariciaba sus rostros.
Es un ave lo que vuela, es el deseo que se acerca, suspirando entre silencios no forzados y palabras mudas, sonidos que no son emitidos, y acciones subliminales, lo dado que no fue otorgado, la falta de lo que no se puede perder, el olvido de quien ya no quiere olvidar.
Como un anciano que llora solo en un banco, mientras que a todos los jóvenes ve pasar.
Pregunto entonces; ¡¿Qué perder cuando no se tiene nada?! ¡¿Qué ganar cuando se ha borrado todo?! ¿Qué buscar cuando lo que se busca no existe? ¿Qué soñar cuando lo que se sueña no se alcanza? ¿Cómo amar con el fuego del infierno, si cuando todo lo amado se ve derramado en el mantel del olvido, salpicado con las migajas de un buen rato, pero congela en el invierno.
¿P o r  q u é luchar cuando todo lo peleado se ve reducido a escombros y la linea que separa lo vivo de lo muerto esta difuminada?.
¿Qué es lo que vive? ¿Qué es lo que muere? ¿Qué es lo que se gana cuando no se sabe lo que se esté perdiendo? O peor aún; cómo se acepta perder algo que se quiere si la supuesta recompensa que trae consigo es incierta.
Cortinas de lianas floreadas con Lavandas y una invitación que eriza las alas. Golpean en la ventana silencios y un helado viento que conduce delicadamente a recordar un momento que n o  s e  s a b e si existió.
Solo por hoy.
El alma montando el cuerpo, el cuerpo amando el alma.
Solo por hoy.
Caminando de espaldas, con la mirada cerrada apuntando a la luz, y la oscura seducción a espaldas, caminando a ella.
Solo por hoy.
Humo que no es humo, sonidos que gritan, gritos que son manos recorriendo la extensidad del alma, el alma que se hace uno, la nada y el miedo que se hacen, dudosa e insegura, pregunta que es interrumpida.
El cuerpo silencia al alma sellando la respuesta con un beso, aniquilando el miedo, germinando la paz.
Y citando a "Las Tangas Feroces" me pregunto "¿Cuál es la ANTÍTESIS de OLVIDO?"

jueves, 9 de mayo de 2019

La orquesta narcisista.

Un Do sostenido en el estomago,
Anudado entre cuerdas desafinadas,
Esperando que el aliento del tiempo
Calme las ansias del control que no tengo.

Ochenta minutos de repetido acorde
Suena hasta mi garganta,
Rechazando ser cobarde,
Reprimiendo el fantasma que habita la casa abandonada.

Cuerdas cortadas
Despedasadas
Totalmente silenciadas,
Silencio y desaliento.

La calma antes de la tormenta,
La ausencia del todo preparando la nada,
Energía que es potencial,
Y las ganas de un Si cuando se tiene un Re que es Mi.

El llanto del que no ve,
El grito del que no habla,
El corte del que no siente,
Y la muerte del que no vive.

La catástrofe y el derrumbe,
El rayo que no es luz,
La orquesta sin director
Y cinco dedos en un piano que suena desgarrado.

La falta de control,
Dirigida por un sátiro director,
Regida por un severo dictador,
Manejada por un Yo que es mi Superyó.

La humillación por el miedo,
La vergüenza de no crecer,
El juego del amo y del esclavo,
Y de la opera el grito final
"Independencia, autosuficiencia, desequilibrio relacional".

Soledad, seductora y mortal.

lunes, 22 de abril de 2019

Un poema innecesario.

No voy a escribirte un poema,
porque para hacerlo deberia encontrar una rima,
porque para hacerlo deberia seguir el sonido del olvido y dejarlo fluir, creer y no pensar. Aprehenderme de tu cuerpo y sentirlo.
El sentimiento de una luna valenciana arinconando al sol hasta hacerlo un insignificante punto inutil, porque se vive de noche y se muere de dia.
Susurros de un adios que contienen acongojados ojos de ternura, mientras un flujo de luces azules, gritando una insoportable sirena policial, arremete contra nosotros.
No voy a escrtibirte un poema porque no corresponde,
porque hay muchas preguntas y pocas respuestas,
porque para que pueda despertar habría que morir y dejar pasar la nube del dolor.
No te voy a escribir un poema porque no puedo,
porque siempre hay una lagrima nostalgica que manipula, exagerando una realidad recortada,
porque no sé escribir un poema,
porque para escribir un poema necesito un sentimiento que me inspire
y es demasiado sentimiento alborotado como para plasmarlo en palabras ordenadas.

martes, 26 de marzo de 2019

Polvo

Me gusta la magia y creo que en parte siempre sospeche que no hay tal cosa.
Pero me gusta fantasear y me gusta idealizar la vida con sus miles de constelaciones y multiversos.
Me gusta fantasear con la energía que recibimos y todo lo que aportamos.
Me gusta creer que si morimos nuestro espíritu muta a un cuerpo diferente, quizás en alguna otra realidad, en la cual nos encontramos con las mismas personas, donde conectamos lazos y la problemática nos persigue en cada línea temporal.
Me gusta sentir el aroma del otoño por la noche en las calles céntricas, viviendo corporeamente el dolor del frío, representando espiritualmente el júbilo por estar vivo.
Me gusta fantasear mirando las estrellas y creer que si él las mira, me veo yo también.
Me gusta soñar que al atravesar el cosmos, y al volver del polvo, en ojos de mi herencia perdida nos vamos a hallar.
Me gusta soñar que si la vida se termina, en otro tiempo, me voy a encontrar en él también.

domingo, 24 de febrero de 2019

Querido mejor amigo

Querido mejor amigo, se que por las noches tu llanto mental asesina el contenido físico de tu existencia hasta las 4 de la mañana.
Querido mejor amigo, aunque el silencio extermine tu fe, aunque la noche te devuelva la muerte y el día la soledad, prometo escucharte hasta que los huesos nos duelan por la fría madrugada y las estrellas nos enamoren con su destello guiando nuestra mirada hasta la más gigantesca de las lunas en el año. Prometo amarte porque la belleza de tu alma única es. Y aunque olvides el valor de tus ojos y despedaces el calor de tu corazón, voy a pintar de rojo ese pecho ensañado en ser azul, voy a llenarte de música el alma y acariciar esos ojos que están tan cansados de llorar.
Querido mejor amigo, cuando en el camino se presenten las serpientes, y en el miedo agonice tu vientre, anudado por la inseguridad de quererte, prometo abrazarte y caminar juntos por la montaña hasta tocar el sol.
Pero por favor, querido mejor amigo, no te vayas, dejame salvarte de La orden de la risa, no renuncies, porque yo no quiero renunciar a vos.
Querido mejor amigo, despleguemos nuestras alas y volemos lejos, se la voz de mis notas altas y yo prometo ser la guitarra en tus acordes bajos.
Querido mejor amigo, quisiera que te veas como yo te veo, al otro lado de la pared, a través del espejo, con la luna en tu mirada y el corazón en llamas.

jueves, 10 de enero de 2019

Encadenado

Las gotas que caen formando la banda sonora de un lúgubre amanecer de Diciembre, o cualquier otro mes del año.

Vuelve a casa,
Y no sabe donde vive
"Se fuerte, se fuerte" se repite.
Es el mantra que grita desde pibe.

En soledad contra el mundo.
Su alma así lo percibe.

Los mudos grillos anunciando el cambio de estadío, el salto de un camino al otro, el salto de los senderos paralelos, en donde se ensaña por volverlos transversales, líneas convexas respetando la lejanía del sonido de los libres zorzales.
El peaje a la libertad es la soledad, en donde la luna diurna quema más allá de su ausencia, gracias a la compañía de su fiel aliada la humedad.

Quiere volver a su casa,
La tormenta lo abraza
Y está solo, su mirada en el espejo lo devasta.

Busca un refugio que le devuelva la fe, que le permita soñar, recordarle que está vivo.
Soltando la soga aferrada a lo que nunca fue.
"Se fuerte, se fuerte" repite otra vez.

Densidad, asfixia, falta de aire.
Apnea.

Vueltas en el piso,
Helado y abandonado.
Desesperado, en busca de quien lo abrace y le susurre al oído utópicos ideales de un mundo soñado.

Vive de los aplausos, se alimenta de ensueños.

"Se fuerte, se fuerte" se repite otra vez.

Un imposible tal vez, sumido en un ciclo de ser consumido para consumir, carcomiendo los sueños y los deseos para morir.

Vuela libremente en su jaula la golondrina. Con la seguridad que le genera ver el mundo detrás de un enrejado, a salvo de un mundo plagado de amenazas que vive el zorzal.

Sus muñecas sanaron pero sus pulmones son negros.
Su corazón sangra para respirar.
Sus oídos no se enteran las palabras crueles que escucha en cada amanecer, en cada reflejo, en cada instante congelado a través del minúsculo espejo negro.

"Sos débil, sos cruel" se repite autoculpandose.
Su mirada brillante apagó el reflejo del sol
Sus lagrimas encontraron refugio en el silencio
Y su boca anuncia un gris soliloquio, con piel de cachorro bajo la lluvia, que acongoja la madera del living, mojada por la lluvia que entra desde la ventana abierta del balcón.

"Los pájaros ya no cantan conmigo
Y mi voz sin consuelo busca lo desmedido.

El latido más grande, extendido en el tiempo por el odio y la frustración, aferrado a un miedo que es el olvido, me ha robado a mi vida todo claro color. Se adueñó de mi alma y ahora ya no se quien soy".

viernes, 12 de octubre de 2018

Reflexiones de un día gris

En el medio de la ciudad, en un pequeño punto disipado entre otros tantos miles, reposa un libro sobre la frazada de Londres. Mientras que detrás de la ventana, en el floreado balcón, caen las gotas que remontan a un vano adiós.
Sopla el viento y retumba su silbido sobre las paredes, vibran las ventanas y se estremece la pila de monedas de oro, unas encima de otras, aquel pilar tan importante del edificio.
El café está listo y su aroma penetra en el adorno sobre lo alto del tejado que es mi nariz. No hay azúcar, en esta casa nunca hay azúcar, una vida tornada a la evasión de cualquier endulzante.
Pero un impulso de volar invade mi mente, volar bajo la tormenta. Se parte el cielo, así como mi estructura interna, la calle está ruidosa y desolada, y aún así quiero volar.
Pero replanteo mi deseo ¿Volar? ¿Para qué volar? ¿Será que hay algo de lo que debería desprenderme? ¿Qué es lo que me ata? Que me encadena a la tierra. Y en tal caso ¿Cómo volar si nunca supe aterrizar? Si el deseo es más fuerte que la capacidad, es posible acceder a un utópico viaje al cual se espedaza frente a la mirada del niño dentro del espejo, que sonríe con un montón de esperanzas rotas dentro de las banderas que penden del exterior como manos.
Estoy tan Soledad últimamente, o quizás tan Mio ¿Habré logrado llegar al punto en el cual estos dos puedan vivir en conjunto de manera pacífica? ¿Es decir que soy libre de sus ataduras? No... Lo dudo.
La obsesión y la compulsión no hacen más que denotar la mentira que es el libre albedrío, terminamos siendo presos de nuestras emociones, carceleros de nuestro prisionero, no logramos ser libres de nosotros mismos.
Mientras Mio vigila la puerta con su bastón de clavos, Soledad juega a distraernos, pero cuando logramos inhibir estas dos figuras, logramos evidenciar esta realidad, nos comemos la manzana y observamos que a nuestro al rededor son solo rejas de mentiras y engaños.
Donde el egoísmo propio del ser humano nos lleva a mutilarnos a nosotros mismos, al destrozar nuestro al rededor, atacamos a los demás, y así, nos envenenamos de Odio y Soledad a nosotros mismos.
Odio... Odio es el hijo entre Soledad y Mio.
Odio... Odio es quien prevalece sobre mi.
Odio... Odio nada libremente por la sangre que trasporta mis venas, contaminando la esencia del ser, pintando de negro aquellas alas castas que solían ser blancas.
Odio... Odio quien soy y odio soy yo.
La lluvia cae mojando los revestimientos exteriores, emanando agua salada de los ventanales que proyecta mi realidad. Y en un momento de revelación, una epifanía que arranca de cuajo los árboles del bosque permitiendo ver el frío lago de fondo.
La gran pregunta al Quién soy.

lunes, 10 de septiembre de 2018

Transmutación resiliente

"El tiempo es una ilusión. Las alas estallan justo en el instante en que se está preparado para emprender el vuelo.
Muere el cuerpo que fue, se transforma el espíritu del ayer, nace ante el dolor una fuerza suficiente para que inunde de belleza la mirada de los otros, de poesía sus almas, de música su corazón y de sentido sus vidas...Entonces llega el momento de volar, ni un segundo antes, ni un segundo después."

Mojan las frías siluetas de una sirena,
Rozan las dudas que pintan esta ciudad.
Un día solía abrazar este mi gran quita-penas
Hasta que un día volando se supieron esfumar.

Una túnica negra alzando su mano,
Sola entre llantos contemplando un cometa al pasar.
Como aquel día reflejando mi luz en la arena,
Adornando aquellas campanas que suenan por mi funeral.

Tapado en el fondo al alba respondo
Que nuestro ataud estaba hecho de papel,
Solo veo un espejo con un triste reflejo.
Era solo la pared con un niño riendo a mis pies.

Cada vez que me alejo de mi,
Cada vez que te escucho reír,
Cada vez que sollozo ante ti,
Cada vez que te veo partir.

Me divido en mis ojos por ti,
Olvidando el infierno que fui,
Como cuando el cielo tronaba.
Soledad dime que has hecho de mi.

En mi vida no hay color gris,
La nostalgia es insensible por fin.
El sonido del rojo ante ti,
Pero la luna me ciega los ojos.

Obtener cada día un manto estelar,
Cada día una oportunidad,
Recordando la vida que fui,
Y viviendo los gritos de ahora.

Por sentir,
Por saber,
Por vivir,
Por amar.

Por desear que el final solamente esté en mi,
Que el pesar de su alma es morir.
Por creer que algún día encontré
Este sueño del que me desperté.

Me solté galopando el horizonte sin fin
Sofocando una luna hostil
Navegando la nave te olvido.
Y un espejo me arroja al vacío.

Mientras caigo susurro recuerdame.

QEPD:
96-09
10-13
14-17

sábado, 1 de septiembre de 2018

Retornos

La noche decidió marcharse para morir en la pena utópica,
El niño que un día fuí,
Ahora amante de la vida caótica,
Le grita a su sombra un consejo para huir.
La pálida luna reposó sobre la solapa de un sombrero elegante,
Y la tormenta agito las paredes.
El polvo tapando el adelante,
Amando los temores de a quien le fui indiferente.

Era una noche fría de Agosto, un gran espacio gris plagado de personas llorando ante el vacio en sus bolsillos, reinando las veredas, con una mano alzada, rogando por clemencia frente a la arrogancia de su servidor.
Madres y niños, hijos y madres, caminando alborotados.
Palabras mudas y miradas de indiferencia, ciegos que pueden ver, manos que solo pueden tocar, sentimientos que no están permitidos, el calor que se ausenta, y un reloj de arena negro y opaco, sin arena, totalmente petrificado, no gira, no se mueve, no avanza, no existe, no puede, el rencor, la quietud. Una hoguera lo rodea.
Un reloj de arena sin arena, pintado de un negro mate muy particular, donde su contorno es fuego, donde muy por los bordes se puede observar la borrosa realidad, totalmente cegada por el odio y el rencor.
No permitimos que el tiempo avance, y nos estancamos en el lago del dolor, mientras la tormenta agita las ventanas.
Una flor que juzga, que no suelta el pasado.El fantasma de la soledad.
Hartos de la arrogancia, predicen mi actitud desmedida para tenderme una trampa, y yo, siguiendo mis mas bajos instintos reacios, caigo en ella.
Para cuando doy vuelta, las manos de un niño de 7 años se encontraban en mis costillas indagando, con intensión de comprender, buscando desesperadamente, tratando de encontrar el espacio entre hueso y hueso, para así introducir en mi una navaja que perfore mis pulmones. Mientras que con altura y psicopatía observa su hermano de 14 años.
Buscaban encontrar en donde había quedado la luz en mi, aquel alma, hoy prisionera, ingenua y pura.
El dolor y la desesperación, la soledad y la falta de contención alimentaron la vida de Mio.
Un triste tango de Domingo sonaba, acompañado de las campanas de la Catedral, las palomas volaron asustadas, atravesando las grises nubes que tapaban el sol, y mi cuerpo reposado en un charco de alguna antigua lluvia, vislumbraba la mayeutica, la mente no es un vaso para llenar, sino una lampara para encender, y una vez encendida, con mi ultimo esfuerzo de vida, gire la cabeza para notar que esos dos niños, de apariencia humilde e inocente, no eran nada mas que yo mismo buscando confuso al que un día fui.

miércoles, 1 de agosto de 2018

Luna perpetua: Soledad.

Cuanta inmensidad que tiene la luna
Tan inmensa es, que, a miles de kilómetros ubicada, podemos contemplar cautivos su belleza deslumbrante.
Su inmensidad no basta como punto explicable a su visibilidad.
Constituida por su brillo,
Mágico resplandor que únicamente vemos entre las sombras.
Necesita de ella para ser bella
Pero el sol en dicho caso no.
Es él quien hace la luz.

Y la observo, soñando con el ideal de un mundo
Y la espero, sonriendo entre ojos llenos de esperanza
Y la admiro, con los oídos de una niña que canta una dulce canción
Y bailo, bailo en estas cuatro paredes bañadas de día en potencia.

Pero se marcha,
Y con ella nace la esperanza.
El ideal de una vida deseada.
Dando vueltas en círculos,
Al compás de un alegre piano.

Ella sentada en el suelo,
Camila.
Sonriendo, aplaudiendo.
Camila.
Tan aniñada, tan inocente.
Camila.
Soñadora y frágil.
Camila.
Siempre es blanco, siempre es rosa.

Ella salta, ella ríe y no para de soñar.
Ella imagina y vuela.
Desea y no deja de amar.
Ella obedece y tiembla.

No salimos del cuarto.
No podemos,
No quiere,
Le da alegría estar conmigo,
Solo conmigo,
Bailando y cantando dulces canciones de amor.
Mirando delicadas películas de romance.
Solo salimos para jugar con el perro.

Y ella ríe, una y otra vez,
Se toma sus colitas y juega mientras da vueltas.
Recostada sobre el tibio suelo, calentado por la luz del sol.
La elocuencia del habla no es su don.
Siempre es blanco, siempre es rosa.

Me levanto y me mira preocupada.
Camino a la salida y me toma del brazo desconcertada.
Una sombra me llama desde afuera,
La deseo más que Camila.
El cisne negro baila sobre la noche.
Canta con su gorro azul en la calle.

Llora en el suelo.
Camila.
Reproche infantil.
Camila.
No quiere que salga.
Camila.
Grita y replica sobre mi.
Camila.
Se ofende por la serpiente que me ofrece aquella manzana bañada de noche.

El cisne negro,
La serpiente,
El gato negro,
La noche que ilumina los días.
Me llama con su seductora voz.
Perfección,
Seguridad,
Arrogancia.

Salgo a su encuentro pero no cierro la puerta,
No puedo dejar al abandono a Camila,
Mientras juego con la silueta adulta observo con preocupación a Camila.
La veo con más distancia cada vez.
Y ella, con ojos plagados de desconcierto, me espera en mi portal.

Es cada vez más lejos el camino que nos distancia.
Ella se sienta y juega.
Siempre era blanco, siempre era rosa.
Siempre es blanco, siempre es gris.

Llueve el cielo,
Llueve en ella.
Su nombre es Soledad.
Camila murió y reza porque vuelva,
Tiene esperanza.

Vuelvo a ello cuando llueve en mi,
Dibuja, canta, nada entre las turbias aguas del arte.
Pero el cisne, ahora Mio, gana la partida, nadando entre las llamas del desmesurado infierno.
Cielo è infierno.
Luz y oscuridad.
Azul y rojo.
Inocencia y perversión.
Indulgencia y arrogancia.
Blanco y negro.
Blanco y rosa, y aveces gris.
La reina encierra al rey.
El peon defiende la reina.
Pero quién es el blanco, quien es el negro,
Quién soy yo, y quién es ella.

Soledad llora riendo,
Mío juega con el llanto ajeno.
Y yo, vivo en la inercia de un conflicto de intereses, que preponderan egoístamente por su propia identidad.

Sentados jugamos,
Pasados los años,
Miramos con frialdad a nuestro rival,
Y entre susurro de un vehemente preso
Debatimos nuestros roles;

-Evitaste que sintiera dolor. Cuando tenía miedo, y mi alrededor se ponía violento, solías salir para arreglar las cosas por mí, siempre conmigo para mantenerme a salvo.
- Pero el dolor que evito que sientas, necesitas sentirlo. Como adán que deseaba todo el conocimiento y comió la manzana del jardín del edén, obtenés la verdad, pero también obtenés el dolor.
Date la vuelta, te toca hacer tu jugada.
- Torre negra ataca reina blanca.

miércoles, 4 de julio de 2018

Intactos

Llega tarde,
Es tan típico de ella.
En su mundo de de las maravillas,
Su mirada brillante,
Su sonrisa tímida y feliz.
Como la noche que ilumina los días.
Su tan desprolija perfección,
Su tan imperfecta mente.
Avanza cortando los bancos de niebla,
Entre humo de cigarrillo,
Lluvia que no moja,
Corazones que no existen,
Sueños que son de papel,
Un cielo imposible,
Se desdibujaba la propia idealización.
La rebeldía y la irresponsabilidad,
Son la manzana del Edén,
Ella es la serpiente,
Pero en su doble discurso, vuelve para ser un alma temerosa,
Llorando en un rincón,
Pidiendo aquello de lo que se proteje.
Ella no quiere pensar en el mañana,
No quiere complicaciones,
Ella no ama, ella no desea,
Esto no es un poema de amor.
Querido lector,
Si usted puede identificarse en estas palabras
Sepa que la vida no suele ser una respuesta sencilla para todos aquellos que no se la merecen.
Estamos flotando en la oscuridad,
Entre luces verdes ocultas en la oscuridad.
Es un juego complicado.
Llueve,
A dos metros, llueve
No nos mojamos,
Pero llueve.
Caminamos
entre los bancos de niebla,
Entre los deseos de lo que no es,
Marcando el adiós.
Destellos húmedos,
Brazos puestos,
Vapores difuminados
Y un abrigo que no es impermeable.
Medio metro adelante,
Un kilómetro por detrás,
Atrás el desierto,
Adelante la tormenta.
Llueve,
A medio metro, llueve
No nos mojamos,
Damos media vuelta y no nos mojamos.
Nunca nos mojamos, porque esto no es una historia de amor.
Se marcha con un desprolijo adiós.
Ya no me mira partir,
Ya no me abraza con la esperanza del mañana,
Ya no la veo entre mis sueños.
Ella vuelve a su rutina,
Yo vuelvo a mi día a día,
Ella se moja entre los brazos del olvido,
Y yo me seco entre las hojas de un invierno que nunca fue.

domingo, 17 de junio de 2018

La familia real

El asenso del rey, el descenso de una reina.
La unión por ley hacia la supervivencia de una princesa. Una princesa que nunca existió,
un terrateniente que nunca llegó,
un imperio que nunca se gobernó,
un diamante que nunca brilló.
¡Sea usted bienvenido!
Las puertas se abren a la muchedumbre, admiren todos
deslúmbrense
aquí frente a sus ojos la familia real.
La vergüenza de un manantial azul compartido que corroe por las venas,
incineración a nombre del orgullo, encausada tras el destape de la caja de Pandora.
La corona femenina
a la izquierda de la masculina.
La corona masculina
al frente,
marcando quien gobierna,
despotricando el sudor
las lágrimas de su compañía,
pintando una sonrisa blanca en el rostro de su hija,
pintando con hilos y agujas las manos en la mesa.
¡Suenen campanas! ¡Esclavos vengan al instante!
Pinten los rostros,
maquillen los ojos,
tapen esas lágrimas e inviertan sonrisas, sonrisas que se han caído a lo largo de la pesadilla.
¡Maravillense todos con el brillo de este cuchillo!
¡Vean!
Usted, si ¡usted!
¡Acérquese, que es de palta!
¡¿No es perfecto?!
La corona femenina de segundo nivel misma lo lustró.
No vayan a creer ustedes
que tras palabras que anuncian la muerte y el destierro
se ha obtenido este resultado, no, en absoluto, es totalmente ridículo,
jamás podría suceder.
Porque como pueden observar somos la familia real,
y en la familia real solo hay risas,
no son mascaras,
solo sonrisas.
¡Vengan a ver!
Que la vergüenza que nos ha invadido,
en pos de deteriorar la fortaleza,
se ha visto evanescida.
¡Aplausos por favor, por la partida del ereje!
Que tras su destierro, por fin, las mascaras son más fuertes.

Epístola a las estrellas

En un rincón de la habitación se encuentra un hombre de cabello largo y oscuro, vestido con un abrigo negro hasta los pies, mirando por la ventana, mientras suena una balada deprimente de fondo, y en soledad anuncia:

- A veces resulta más difícil desarraigarse un "amor" que nunca pudo ser.  Suspira - Porque en la idealización imaginaria es perfecto, un plano ideal. No obstante, en el plano real, en el amor vivido día a día, esa perfección no es más que solo eso, un vano ideal imposible de alcanzar.

Son esos amores fugaces a los que nunca se terminaron de conocer, que duraron lo que una mágica y deslumbrante estrella fugaz. Serían en la constante línea de tiempo, estable y tendida, una montaña-rusa de emoción. Donde existe esa canción que te acelera el corazón, donde te falta el aire al sentir su aroma, o te transpiran las manos cuando ves falsamente esa silueta perfecta.

El hombre camina hasta la otra punta de la habitación y se enciende un cigarrillo. Continua hablando, pero de manera más lenta y pausada.

-Hasta que te habitas a tu realidad, donde te acompaña la ausencia, y no hay nadie más que su gran amiga Soledad, cautivada, mirándote mientras caminas por la avenida.

Y es ahí, donde te das cuenta que estás solo. Porque no existe quien trasmita la emoción de encontrarte en el cruce de sus pasos. No hay nadie más que el viento que despeina tu cabello, y no hay más que el frío del invierno que haga arder a tus labios. No hay quien te vea irte desde la vereda, mientras te alejas y te observas en lejanía. Y vos, en lo alto del adiós, lo ves por la ventanilla empañada de deseos.

Alta y blanca, única compañía. La música y el cigarrillo reproducen el recuerdo en sonido y en sabor, de los momentos de felicidad. Donde no son más que un recuerdo recortado, puramente idealizado.

Es un círculo del que no se quiere salir, porque es lindo tener a alguien en mente.

Nos domina la necesidad de depositar aquello que nos falta, nuestro libido sobre alguien. En un otro distinto al Yo. Y sufrimos cuando lo depositamos en quien no existe.


sábado, 20 de enero de 2018

Tibio y amargo

Me gusta levantarme temprano y saborear el amargo café de un sábado por la mañana.
Abro los ojos y después de dos horas de música en la cama y desmesura ajena expandida ostentosamente en Instagram me levanto. Me levanto y preparo el café, nunca me sale como me gustaría, a veces es demasiado caliente, a veces demasiado frío, unas pocas veces muy dulce y en su mayoría muy amargo. Pero nunca puedo encontrar el punto exacto en donde el café me sepa a ese sabor que recuerdo haber tomado un 29 de Marzo a las doce de la noche en la estación de servicio, ese sabor avainillado acompañado de esa mirada cansada, de esos ojos negros, no marrones, negros, negros y profundos, penetrantes, intimidates, que acompañaban la risa de besos con sabor a tabaco y alcohol.
Me levanto y preparo el café, mientras se calienta el agua saco el mantel, odio los manteles, ese pedazo de tela gigante, prefiero los individuales, los individuales no ocupan mucho espacio, los individuales no se comparten, los individuales son de uno, los manteles son cosa de familia.
Me levanto y preparo el café, lo bebo, amargo, otra vez amargo. Me siento en la silla con mi amargo café apoyado en mi individual, mirando la pared blanca y pobre de vida, lo único que puedo divisar es un antiguo reloj roto. El tiempo... Un largo trago de amargura negra y vuelvo la mirada al reloj, ahí no se pasa el tiempo, no se mueve, está roto, las manecillas se congelaron en un punto exacto, en algún momento preciso, y ya nunca más volvieron a avanzar.
Salgo del reloj y me introduzco en mi. ¿Cuándo fue la última vez que pudiste amar? Le doy otro trago al café, ¿Cuánto tiempo más vas a esperar? Otro trago al café, ¿Te pesa la soledad que vos mismo buscas? Otro trago al café ¿Tanto miedo le tenés a que te puedan sanar? Me termino el café.
Tabaco suelto, filtros y papeles, armo un cigarro y apoyado sobre el marco de la ventana lo fumo, cerrando los ojos y soltando el humo acompañado de un suspiro que se pierde entre palomas y cables, imaginando que donde quiera que estés, ese humo mezclado con la brisa de este verano, aterriza en tu rostro memorando tu invierno número 17, donde abrazaste a mi indulgencia sostenida por un hilo de estrellas fugaces que dejaban una estela de escarcha en el suelo de mi alma.
Limpio la taza del café, otra vez amargo, amargo y tibio, hace mucho tiempo ya que no tomo un dulce café caliente. La ansiedad me hace sacar el agua antes de tiempo y mi pánico al azúcar escatimar en endulzarlo.
¿Alguien tiene tiempo para prepararme una taza de café? ¡Prometo beberla en cinco minutos si es necesario! Tampoco hace falta que nos conozcamos, pero por favor, ¿Alguien seria tan amable de prepararme una taza de café?.

martes, 19 de diciembre de 2017

Nostalgias sociales

¿Te acordás la última vez que creímos poder iluminar la noche?
Bañados en la danza de aquel utópico viaje en búsqueda de las sábanas negras. Rezando al todopoderoso por un poco de clemencia, rogando al mandatario mayor por piedad frente al desprecio de los venerables.
¿Te acordás de la última vez que creímos poder apagar la tarde?
Entre ruidos de ollas que gritan las lágrimas del pueblo que no puede con el naufragio en esta isla de indiferencia.
¿Te acordás de la última vez que creímos poder dormir la mañana?
Sollozando bajo la fría lluvia de un Martes improbable antes de ir a trabajar. Sangrando las heridas de un antiguo y viejo amigo, hermano del mismo techo que limpia las botas de su padre golpeador, mientras su antítesis lucha por la desalineación de aquel director del horror.
¿Te acordás de la última vez que creímos poder amar la madrugada?
Mirando constelaciones, soñando a la espera de despertar en un lugar mejor.
Un lugar mejor donde la piba de la plaza no llora de dolor, mojada y olvidada frente a la indiferencia del que la ve pasar.
Donde el padre no llora entre el silencio de sus almohadas, resignado ante la posibilidad de cambio (Más que cambio transformación, porque la palabra cambio se ha visto plagada de tóxicos y egoísmo) porque le aturde el grito de pequeños estómagos inocentes.
Donde Gabriela no muere entre palabras mudas amando a su verdugo.
Donde Martin de seis conoce la sanidad de una infancia sin escombros y trabajo.
¿Te acordás de la última vez que creímos poder iluminar la noche con tan sólo sonreír a las estrellas?

viernes, 8 de diciembre de 2017

Ambigüedades de ser

Soy las alas de un lienzo que flota arrugado y manchado entre rojos y azules, blancos y negros,en búsqueda de los grises.
Soy los ojos de una melodía de Domingo que te recuerdan el colorido o apagado ayer.
Soy el cuerpo de una luna de Viernes, golpeando la garganta de alguna sombra sin rostro.
Soy la razón del no deber, y el vaivén de las olas Porteñas.
Soy la brisa de primavera y el Invierno del infierno.
Soy y no soy, soy en donde el otro me ve.
Soy el de ayer, pero manchado por el mañana.
Soy la luz hecha agua y las venas apagadas.
Soy la vida reencarnada y soy el rostro de quien engaña.
Soy el punto y el circulo del encuentro.
No me olvides. En el olvido el partido se ve perdido, si me pierdo no me encuentro.
Así que no me olvides, porque en el paso del destino, existen tus latidos.

Estrellas fugaces

Así como las estrellas fugaces,
un majestuoso instante,
un precioso momento delirante.
Así como las estrellas fugaces
te pido que me abraces,
porque aunque la vida nos rechace,
te pido no me espedaces.

Así como las estrellas fugaces
nuestro camino yace,
y aunque el tiempo se pase
y las bocas nos reemplacen,
no me relegues.
No me relegues de tu mente,
no me relegues para siempre.

Deseo que me recuerdes
como el cuerpo celeste
que viajo po el Noreste.
Como el cuerpo celeste,
que por mas que proteste,
nunca recurre en tu mente.

Así como las estrellas fugaces
recordame como el viajero
que dejo un haz de luz en tu cielo.



sábado, 18 de noviembre de 2017

Dosmildiecisiete

Se está yendo todo el mundo,
Se estancan en lo más profundo,
Corren en busca de lo más blando
Temiendo de todo mando.

Comemos todos de su mano,
Saltando juntos por el barranco,
Partiendo a la nave del pánico,
Naufragando en busca de un barco.

Vuelven las golondrinas de paso,
Vuelven los niños a comer sobre el pasto,
Vuelven los autos a pasar el rato
Dejando a su paso el invisible rastro.

Faltan las manos,
Faltan los planos,
Faltan los santos,
Faltan los humanos.

Pero el buitre regresó
Y la tormenta nunca cesó.
La corriente me avanzó
Pero nadie me avisó.

Demasiados cigarrillos fumé,
Demasiados problemas tapé,
Demasiados sentimientos rapté,
Demasiados rasguños provoque.

Correr, empecé a correr,
Correr hasta perder,
Correr sin saber,
Correr hasta aprender.

Pero algunas cosas siguen igual.

Faltan las manos,
Faltan los planos,
Faltan los santos,
Faltan los humanos.

Moriste hace tanto,
Naciste tan pronto,
Rápido creciste,
Rápido moriste.

Fría la noche,
Sin quien te abrace,
Frío y helado,
Viviendo a un costado.

Vista abstracta,
De la gente abierta,
Que ríe y se queja,
Bajo la tormenta.

domingo, 12 de noviembre de 2017

Precios

He estado pensando, pensando, o más bien pasando, pasando, pesando. Pensando en cuantos gramos pesa un pensamiento, en cuantos llantos se vende un alma, en cuantos mililitros se obtiene un olvido, en cuantos vasos y cuantas copas se rentan las promesas. 
Cuál es el valor de vivir sin vivir, viviendo sin sentir, sintiendo sin disfrutar, sin ser la conexión real de lo que puede volar y lo que no. La convergencia del fuego y el aire, ganando la batalla, formando una danza majestuosa digna de aplaudir. 
El valor de lo importante y verdadero se mide en pulgares, lo superfluo se vuelve profundo, y lo profundo se vuelve denso.  
En medio de la sala centenares de máscaras, irrespetuosas y egoístas mascaras con el cartel de "Si te he visto no te recuerdo", "Si te visto no te pretendo" sería lo que más se acerca a la realidad. 
Mascaras maquilladas riendo fuertemente, aturdiendo el silencio con el cual no pueden lidiar. Que llaman a las cuatro de la mañana pidiendo algo que en verdad no quieren, no deseean, pero creen ingenuamente que es la única manera de conservar lo que son conscientes que no les pertenece. Aunque se nieguen rotundamente a aceptarlo. Porque es más dolorosa la noche fría en un séptimo piso, cuando la compañía no es más que el lado B de la oscura soledad.
Se puede tornar catastrofica una noche, dos noches, tres noches, un mes, un año, un año de noches durmiendo consigo mismes, sin máscaras, sin maquillajes, sin pulgares, sin deseo y sin pretensiones. 
Mascaras violadoras, demonios implorando clemencia en el sucio suelo donde se derrama constantemente el elixir del olvido. Implorando atención, implorando no ser uno más. 
Demonios que me toman la mano, demonios que me acarician la espalda, demonios que me toman por el rostro, demonios que me toman por la cintura, sin jamás pedir permiso, y un fuego negro que arde desde el interior 
No son más que máscaras, no son reales, nada es real, no son demonios reales. No son más que viles criaturas asustadas en un rincón gritando a muda voz sentirse al menos un poco deseadas, convencerse a sí que las voces del Super Yo no están en lo cierto, saberse ver algo distinto a lo cotidiano, a la cotidiana critica del espejo. Medir su ego en números de redes alienantes, en un universo totalmente inexistente, en un plano en donde lo verdadero se vuelve virtual, y la escalera de pulgares es el mandato mayor.  
¿Y yo? ¿Cuánto valgo? ¿Y vos? ¿A qué te vendes?.